El cierre de UFC 303 ha dejado dos reflexiones certeras, que el evento de Las Vegas puede haber sido el más accidentado de la historia, y que en todo caos, Alex Pereira siempre brilla.
El brasileño se impuso a Jiri Prochazka por KO en el segundo asalto tras conectar un switch kick impresionante que mandó al checo a la lona. Esto, tan solo un par de minutos después de que la campana hubiera salvado a Prochazka, que había sido víctima de un gancho de izquierdas marca de la casa de Pereira.
Con esta nueva victoria, por tanto, el campeón de los pesos semipesados y anterior campeón del peso medio agrandó aún más su leyenda, pero no solo por su triunfo, sino también por el hecho de que solo encabezaba la velada con su combate frente a Jiri Prochazka a causa de la lesión de Conor McGregor hace pocas semanas.
Es decir, que Alex Pereira estaba de gira por Australia cuando recibió una llamada para enfrentarse a uno de los rivales más peligrosos en su actual división, y al aceptar la pelea y noquear a su adversario durante la noche de UFC 303, demostró que su ascenso a la cima ha sido uno de los casos más extraordinarios vistos en el mundo de las MMA.
La historia parece tan guionizada que a veces cuesta creerla, sobre todo por lo místico de ambos luchadores, que hicieron fascinante incluso un cara a cara previo a su lucha que duró casi cinco minutos y en el que ninguno de ellos apartó la mirada del otro.
Con todos los problemas ocurridos para organizar UFC 303, Alex Pereira ha brillado en el caos, y a su leyenda se han agarrado también otros dos luchadores durante esa misma noche: Diego Lopes y Dan Ige.
El combate coestelar para Alex Pereira se fraguó 3 horas antes de la pelea
Decíamos que el choque entre Pereira y Prochazka se había dado en circunstancias extrañas, pero si algún enfrentamiento puede presumir de haber ocurrido por obra y gracia de la alineación de planetas, es el de Lopes e Ige.
Al igual que Alex Pereira y Jiri Prochazka, Diego Lopes supo que se enfrentaría a Brian Ortega en UFC 303 tan solo cuando Conor McGregor se lesionó. Para añadir drama al asunto, no obstante, Brian Ortega pidió pasar su pelea a las 155 libras tan solo un día antes del evento.
Pues bien, el mismo día del evento, Brian Ortega se retiró de la pelea por enfermedad, y la UFC optó por llamar a Dan Ige a falta de 3 o 4 horas de la pelea. Ige, ni corto ni perezoso, se cambió y se dirigió al T-Mobile, solicitando únicamente que la pelea fuera en 165 libras.
Diego Lopes aceptó, y el resto es historia. El brasileño se anotó la victoria por decisión unánime, pero ambos salieron ganadores porque demostraron su capacidad para luchar «contra quien sea, donde sea, cuando sea».
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