Gracias por todo Conor (Opinión)

Foto del autor

By Juan Saura

Hoy toca decir adiós y poner punto y final a una relación unidireccional, pero que tantos años ha formado parte de esta poligamia amorosa que sentimos los aficionados por quienes compiten al otro lado de la pantalla, nuestros deportistas. Todo y todos tenemos unos límites, y esta vez, no hay vuelta atrás posible.

La chica del perro en el parque

Ayer andaba cerca de casa en un parque de perros disfrutando de la soledad del sábado con Churro, mi perro, cuando llegó «Agua», una labrador blanca con su dueña.

Por educación perril nos saludamos, comentamos las trivialidades propias de parque canino y de pronto me dijo: «Pues mi ex me dejó la semana pasada, así, después de 10 años llegué a casa y le vi cogiendo sus cosas para irse. Sin dar explicaciones…». A lo que sólo pude contestar con una cara de «no entiendo muy bien que debo decir ahora».

Y aunque la chica parecía realmente afectada por las formas del ex, tomé nota, yo también tenía que hacer una despedida, y aquí estamos. Conor, cojo mis cosas y me voy.

La guinda

La guinda de esta decisión tuvo lugar el pasado jueves cuando un juez le declaró culpable de violación. Lee atentamente esta última frase. Por violación.

Una noticia que lees con la esperanza de que las traducciones no sean precisas o que el vocabulario jurídico anglosajón incluya esto en otro tipo de delitos que no manchen así la figura de quien ha representado tanto en el deporte.

Una barrera inaceptable, un hito que no debe quedar en el ruido de la conversación y que, además de lo administrativo, debe ser castigado a nivel deportivo.

No fuiste el primero, pero…

Nacido en el 86, obviamente no iba a ser el primero de esa larga lista de amores deportivos que uno cosecha a lo largo de su vida, pero sí de los más importantes, y es que pusiste uno de los deportes que más quiero, en lo más alto.

Hierro, Raúl y Redondo, fueron para mi infancia la Santa Trinidad de mis primeros ídolos. Ya recién llegados al 2000, los deportes de contacto se empezaron a abrir paso en mi vida, y ahí surgieron nuevos nombres, Badr Hari, Bonjasky, CroCop, Wanderlei y un largo etc de nombres en Youtube y las Noches de Eurosport por aquel entonces eran los viernes.

Pero Conor no es sólo ídolo, es el Michael Jordan del juego. Es poner al deporte a otro nivel, generar lo que nadie generó y hacerlo DENTRO del octágono. Ahí, respaldado por el deporte, su personaje tenía crédito ilimitado, pero…

Has cambiado

Todas las frases que se han escuchado en una ruptura tienen algo de verdad, supongo. Y ese «has cambiado», no puede ser más cierto en este caso.

Conor, como dije, respaldó su personaje con victorias y con ese doble cinturón. Plantó cara al boxeador mejor pagado de la historia y emocionó a cada espectador sólo con anunciar su vuelta.

Ahora, el deporte no está ni de cerca en sus intereses, por mucho que puedas subir un reel entrenando. Las salidas de tono, peleas, escenas más que grotescas con y sin una mujer que ha decidido aguantar todo y una clara cercanía con las drogas, han cambiado al personaje que ya vive fuera de sí.

Ha cambiado, pero sobre todo, se alejó del deporte.

Pero, ¿hay alguna posibilidad de…?

En las rupturas siempre hay una tercera persona, por lo menos en mi caso. A la que llamo para tomar unas cervezas y contarle el drama. Y en esas cervezas siempre cae esa pregunta, aunque sólo sea por descartar.

Y no, independientemente de si la sentencia por violación es estrictamente violación, toqueteo o similar. Independientemente de su vuelta al octágono o independientemente de que adopte 10000 niños para mejorar su imagen. No hay ninguna posibilidad, por lo menos, de sentir lo mismo.

Hay límites que no debemos pasar, y este es uno. Lo más triste, es que esta ruptura, de la que participamos muchos aficionados a las MMA, no es total.

Estoy convencido de que si en algún momento vuelve al deporte, lo hará con todo su ruido mediático y con todos sus fans, quienes están en su derecho de contemplar o no la vida personal de un deportista.

Gracias por todo, Conor…

Y cerraré como empecé, dando las gracias por todo. Por ese inicio fulgurante, por crear nuevos escenarios en las MMA, por darle una visión global al negocio, por hacer que los medios generalistas se preguntasen quién era ese tarao o quienes estaban tan locos para ver este deporte.

Son miles los motivos que le han convertido en el leyenda, pero también son cuantiosos los argumentos para terminar con esta «relación».

Y uno, quizá por encima de todo, dañar a las MMA con tu imagen. Por suerte, la prensa generalista y alguna de la deportiva, o llegan tarde o no darán cobertura a esta noticia, así que por lo menos espero, que esta imagen de los últimos años, no quede asociada a este increíble deporte.

Lo dicho, Conor, mañana te dejo las llaves de casa en el buzón.

Deja un comentario