Sean Brady manda a Londres a dormir

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By Ulises Izquierdo

Sean Brady tenía claro el camino a seguir para batir a Leon Edwards, y era el mismo que trazó Belal Muhammad cuando el actual campeón se enfrentó a Rocky en Manchester, y también Kamaru Usman hasta que una patada milagrosa le mandó a la lona, presionarle con su lucha para anular el golpeo del británico.

En el caso de Muhammad, la afición inglesa se durmió por la falta de respuesta de Leon y la hora intempestiva en que se libró la batalla. Esta ocasión, el público pareció cansarse porque ya habían visto la película.

Esta vez no iba a haber un milagro de último momento en forma de high kick, y la prueba más clara de esta desconfianza es que el O2 Arena se vació entre el tercer y cuarto asalto.

Ya con el pabellón a media capacidad, Brady logro lo que Muhammad no fue capaz, someter a Edwards para obligarle a palmear. Un mérito, no obstante, que, a ojos del americano, no le coloca necesariamente como el próximo contendiente inmediato por el título del peso welter.

«No tomo las decisiones, las hace la UFC, pero si miras a la gente a quien he vencido, tengo un récord muy atractivo. Ahora quiero ir a casa y estar con mi bebé», dijo el estadounidense en rueda de prensa.

Lo que sí tenía claro es a quién quiere enfrentarse, tenga el cinturón o no, y no es otro que Muhammad, el único hombre que ha sido capaz de vencerle.


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